Buenos Aires, Argentina – Cientos de supuestos “barcos oscuros” están pescando ilegalmente en aguas argentinas, según una ONG local que voló a los reporteros sobre un área frente a la costa del país el 19 de marzo para verlos de primera mano.
Según los informes, la pesca ilegal está teniendo un enorme impacto ambiental y económico y es posible que el gobierno argentino no tenga los recursos para detenerla.
Video publicado por Solidaire, una ONG enfocada en la justicia racial, de género y climática, muestra las luces de las embarcaciones parpadeando en las oscuras aguas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) argentina frente a las costas de Comodoro Rivadavia, una ciudad a 1.700 kilómetros al sur de Buenos Aires. .
Según los informes, los barcos están pescando en un área conocida como el “Agujero azul”, un área clave de biodiversidad que actúa como una especie de “supermercado de especies” donde otros peces van a alimentarse. Según la ONG, estos barcos están saqueando la mayor cantidad posible de gambas, merluzas y calamares.
La mayoría de estos barcos utilizan la técnica de arrastre, arrojando redes gigantes al agua para atrapar peces, a veces rompiendo el fondo del océano en el proceso. Esta técnica da como resultado una importante captura incidental descartada, atrapando a mamíferos marinos, aves, tortugas, tiburones y otras especies que no son su objetivo original.
Según las Naciones Unidas, alrededor del 95% del daño global a los océanos es resultado directo de la pesca de arrastre.
Enrique Piñeyro, filántropo quien piloteó la misión, dijo: “Esto es algo que ha estado sucediendo durante 40 años, desde que comencé a volar lo he estado viendo”.
“El vuelo que hicimos hoy es algo que se debe hacer todos los días porque la integridad de nuestras fronteras es algo que se debe patrullar”, dijo.

Según un estudio de la Financial Transparency Coalition de 2022, esta pesca ilegal, no declarada y no declarada (INDNR), genera pérdidas estimadas entre USD $2 mil millones y USD $3,6 mil millones a la economía argentina.
Ocho de las 10 principales empresas involucradas en la pesca ilegal en todo el mundo están dirigidas por Pingtan Marine Enterprise Ltd. de China, “que está incorporada en las Islas Caimán y cotiza en el Nasdaq”, según el informe.
Los barcos apagan sus sistemas de radar y rastreo, haciéndolos esencialmente invisibles para los monitores del gobierno. Según una investigación realizada el año pasado por Crimen perspicaz que citó un informe de 2021 de Oceana, los datos satelitales muestran que “alrededor de 433 embarcaciones con bandera china pescaron durante 679.067 horas a lo largo de la frontera de la ZEE de Argentina entre enero de 2018 y abril de 2021. Las embarcaciones desaparecieron de los sistemas de seguimiento más de 4.000 veces”.
Aunque la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, firmada en 1982, estipula que las embarcaciones extranjeras no pueden explotar los mares en zonas económicas exclusivas de otros países, la falta de infraestructura hace imposible el control de estas enormes flotas ilegales.
“Este vuelo fue informado y el [Argentine] La Marina envió ayer una lancha patrullera que nos llamó cuando sobrevolábamos la zona”, dijo Piñeyro a la prensa tras aterrizar de la misión. “Les dijimos que estábamos viendo muchas embarcaciones dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina y lo negaron y dijeron que solo eran embarcaciones pesqueras con licencia”.
Agregó: “En el avión tenemos acceso a internet y monitoreamos los pesqueros a través de apps que detectan el Sistema de Identificación Automática. [AIS]que son repetidores que transmiten la ubicación de un barco […] Lo que hemos visto durante años es que una gran cantidad de embarcaciones apagan su AIS para no revelar que están ingresando ilegalmente a aguas argentinas. Se lo comunicamos a la patrulla y ahí terminó la conversación”.
La Prefectura Naval Argentina, dependiente del Ministerio de Seguridad, vigila el espacio marítimo del país a través de patrullas aéreas y marítimas.
Entre 1986 y 2020, la Prefectura Naval capturó 80 barcos extranjeros que pescaban ilegalmente en aguas argentinas, 15 de los cuales eran de Corea del Sur y 12 de China. Según la Prefectura Naval, la cantidad de días al año que patrulla ha ido disminuyendo constantemente de 365 en 2019 a 170 días en 2022.
Según Piñeyro, “Llegó el momento de pensar seriamente en una política y empezar a actuar. Las Naciones Unidas tienen que volverse más serias en su papel de autoridad, no sólo de acuerdos y convenciones, sino también de aplicación. La pesca indiscriminada es un problema de la humanidad”.